viernes, 30 de noviembre de 2012

Una de risión

Una manera de pasar un rato insulso pero hacer trabajar un poco a los dormidos músculos del abdomen, puede ser ver Señoras que... los jueves en Neox. No es brillante, para eso ya está el arroz, pero la verdad que tiene sketches capaces de arrancar alguna carcajada. Y si alguno no lo consigue, para eso están las risas enlatadas.
Nunca lo he entendido. Supuestamente tienen la función de indicar al espectador cuándo ha de reírse. Pero y digo yo, si es un programa de humor ¿no se sobreentiende? No será, que si es necesario hacer uso de algo que provoque la risa, ¿algo le falta al programa?
 
Pero bueno, hay que tener en cuenta que las risas enlatadas se remontan incluso a antes de la televisión (ahh-migo, ¡que no todo lo hemos inventado ahora!). Parece que todo comenzó en la realización de piezas teatrales. Después, y como la mayoría de las cosas en esta vida, por casualidad... fue en un programa de radio cuando se descubrió el fenómeno.  Éstos programas se hacía en directo y con público, pero en el más sepulcral silencio. Y el día llegó: un cómico provocó unas risas, que se fueron contagiando. Los productores, avispados, cómo no, vieron que aquello levantaba las audiencias, y la cosa se empezó a propagar. Tras un tiempo de risas reales, la comodidad nos puede a todos, y se empezó a grabar.
 
Cuando la tele comenzó a utilizar este recurso sonoro la idea era acostumbrar a la audiencia al género de humor. Por entonces, todo era novedoso y el espectador, desorientado, no sabía apreciar aún del todo si los silencios había que respetarlos o no - supongo, haciendo un viaje en el tiempo con la imaginación. El primer programa que las utilizó fue The Hank McCune Show. La verdad, ver un fragmento de cómo eran utilizadas las risas enlatadas hace que a uno algo se le muera en el alma. Gran éxito para NBC, que fue cancelado tres meses después. (Y aquí es dónde van las risas enlatadas).
 
La verdad, yo tampoco le veo la gracia
 
Pero todo va y viene, y tras una temporada en la que las enlatadas producían rechazo, se vuelve a recuperar el recurso, y se está volviendo a la carcajada en directo (aunque un poco forzada por algún animador que hace las delicias del público, pero que marca hasta cuando suspirar).
 
Volviendo a la época actual, el último programa de sketches que ha llegado a la tele, tiene su aquel. Tontón, pero su aquel. Y para el que le apetezca, queda invitado a intentar reír. Porque todos conocemos a una señora que...
 
 
Quiero agradecer esta entrada al portal Vayatele, del cual he partido mi búsqueda sobre el asunto.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El nuevo y perturbador programa de Divinity

Todo estreno en Divinity me llena siempre de expectación. Para bien o para mal, soy su target, y coincida o no con mis gustos posteriormente, suele tentarme echar un ojo a lo que se cuece en este canal de Mediaset.

¿Y el bigotudo se pregunta cuál es el problema?

Cuando leí la noticia del estreno de Exposados, pensé: "Bueno, algo más de la temática de bodas del canal: lujo, glamour, y rubias con diamantes por neuronas". Cuál es mi sorpresa al encontrarme a una chica eructando como un cerdo, mientras el novio muestra repulsa. La conclusión del problema de otra de las parejas era cuanto menos ilustrativa: "Vosotros no os conocíais antes de casaros. ¡Os saltasteis la fase de tiraros pedos!".
A ver, que sí, que el programa es malísimo. Pero me encanta cómo muestra con naturalidad lo que puede ser una relación de pareja, quitándose un poco ese velo de perfección que cubría todo lo que toca Divinity. La énesima vuelta de tuerca a los programas coach: ¡el coach que no enseña nada! Pero bueno, mientras haya final feliz, la Divinitera se conforma. Y se entretiene, sobre todo, se entretiene.
 
Y así, estos recién casados de la cadena canadiense Slice ha aterrizado en nuestro país. No solucionan la crisis, pero quién sabe, a lo mejor nos da pistas para mejorar nuestras vidas de pareja, que el índice de divorcios, está muy alto últimamente.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

El fenómeno del déjà vu

Qué extraña sensación. Qué paranormal. Esto yo ya lo he visto... ¿Será que la actuación de Ana María Polvorosa es muy similar a la de Aída? Con esta sensación me tragaba ayer el primer episodio de lo nuevo de Antena 3: Fenómenos. En cuanto al resto de actores, flojitos, con sus momentos mejores y peores. Aunque quiero destacar la actuación de Pepa Charro, ex-terremoto de Alcorcón, que es la que aporta la actuación más natural.



Partiendo de que la promo no me llamaba, algo me decía que la serie no iba a ser de mi devoción, pero oye, hay que dar una oportunidad a la ficción española de vez en cuando. Tras contemplar el abuso de flashbacks, topicazos, falso homenaje a la slapstick comedy, feas que se vuelven guapas y guapas que se vuelven feas (machismillo ibérico encubierto)... No. Me sigue sin convencer. Hubo momentos en los que sentía que me explicaban quién era cada personaje a través de lo que decían. ERROR, por Dios, no me verbalices todo, ¡que me siento insultada! A veces daba la sensación de estar ante una exposición continua de chistes, más que de la construcción de una historia. Y claro, entre una retahíla de chistes contínua, es normal que se suelte alguno bueno. Pero también suele pasar que algunos no resultan del todo adecuados. Quiero infelicitar desde aquí al creador de la siguiente joya: "Estoy a punto de llamar a ETA a ver qué van a hacer con los pisos francos".

En fin. Quizá el problema es tener aún presente en mi memoria Los Quién, muy similar en chistes, estructura y planteamiento.

 La serie es del creador Nacho G. Velilla

Vale, acepto que el humor es algo muy personal, pero muchas gracietas me recordaban a mi época de universitaria. Seguramente es el fruto de estar en un país en el que muchos compañeros guionistas tragan mierda sin poder despegar, formarse o adquirir experiencia. Quizá por eso todo suena a ópera prima, a las primeras frases de un guión que entregar al día siguiente en la universidad sin tener tiempo de repasarlo. Aunque no sea obra de guionistas novatos.
Un comienzo visualmente explosivo está bien como sketch, pero no para comenzar uan serie que tiene que tratar de conectar con una audiencia que por mucho que se la trate de idiota, es exigente. Los errores de base, los notamos: si el guay y la pelirroja no han tenido conexión alguna, y de repente se nota que uno de ellos está irremediablemente enamorado sin venir a cuento... algo no va bien. Aún así, los datos de estreno son un éxito, dado que la oferta de la competencia no era para un mismo público.

El otro estreno del día, El mundo cambió en Discovery Max consiguió 300.000 espectadores. Y me arrepiento de no haber sido parte de ellos.


A ver cuándo nos enteramos que para hacer comedia no hay que ser estridente. Yo el próximo martes, me retiro, y me voy con Àngels.

martes, 27 de noviembre de 2012

Tu cara me chifla

No puedo evitarlo. Llega el lunes y poco tengo que pensar qué elegir. A pesar de que no vi prácticamente nada de la temporada pasada, y ni siquiera vi el arranque de la presente, desde que decidí echarle un ojo, no me pierdo ni una semana (con el consiguiente sueño durante el martes) este concurso que ya ha dado el salto internacional.

Carolina Cerezuela se despidió esta semana del programa por motivos evidentes.

Y es que con Tú cara me suena, mi salón se llena de color (a veces incluso excesivo, si al presentador le ponen una hortera chaqueta verde). Me divierto, me río, olvido los problemas por un rato. Esa función de la tele de hacer que se me derrita el cerebro, este programa lo cumple y lo supera con creces. Porque me siento integrada en un grupo de amigos, me siento incluída en sus bromas, como si las de mi cuadrilla se tratasen. Y me siento a gusto, cómoda. A veces sí, dan una increíble vergüenza ajena, lamentable. Pero oye, como nadie me está viendo, me puedo reír tranquilamente. Ellos se parten de risa, se alargan en las conversaciones, de repente Carolina se levanta como si nada porque le da un antojo de embarazada... Y te brindan guiños como preguntar a Mónica Naranjo si nació mujer. Leyenda urbana incluída, ale.  
 
Todo este desorden resultaría muy cansino si no fuera por el acierto de equilibrar a los participantes. Está el gracioso, el soso, la talentosa. Pero ninguno se calla. A su manera, cada cual aporta su parte, luciendo más o menos para el programa, pero ni siquiera el que recibe el eterno cuatro en las votaciones pasa desapercibido.
 
En esta ocasión se optó por una gala sobre Eurovisión. Pura metatelevisión. Fue su gala más vista hasta el momento. La ganadora fue Loreen. Perdón, Roko. Bueno, la artistaza. Para mi gusto merecido, aunque hubo otros que tampoco defraudaron. Y los que quizá nos aportaron un poco menos de disfrute durante las actuaciones, no pasa nada. Queda compensado con las bobaducas que vienen tras cada actuación. Un despropósito incapaz de volverse serio, ni siquiera cuando tratan de meterte a doblón la promoción de algún producto (algo que resulta sobremanera irritante, pero que si te lo anuncian cuan colega, es incluso menos ofensivo). 
 
 
Lástima que la brillantez de algunos momentos no puede mantenerse eternamente. Me desilusionó un poco la propuesta de imitaciones para la próxima semana: más de lo mismo. Pero bueno, seguro que el desparpajo que abunda entre ellos hará que la audiencia pueda pasar otro rato agradable junto a estos amiguetes de cara familiar...

lunes, 26 de noviembre de 2012

Elecciones Shore

Ayer por la noche era un momento importante para nuestro país.
Era domingo, y había fútbol.
Pero además, nos jugábamos algo muy importante para el futuro de todos.
¿Le darían el alta a Ylenia en Gandía Shore?
Por suerte se la dieron y volvió a repartir flyers todo motivada, como tiene que ser.
Más de 700.000 espectadores siguieron la nueva entrega de las aventuras de estos chicos en MTV. Este programa, como sabréis, está rodeado de controversia, y no es del gusto de todos.
De hecho, los que probablemente no son el target del reality estaban siguiendo el progreso de las elecciones catalanas. En los canales de TDT, más de medio millón de personas optaban por seguir la desinformación de dicho tema en Intereconomía.
En las cadenas principales, sólo TVE, cumpliendo con su vocación de servicio público, nos ofrecía un seguimiento del acontecimiento. Fueron casi dos millones de espectadores los que apostaron por la actualidad y vieron la cobertura de la pública. Claro, que algunos de ellos (más o menos 800.000), simplemente cambiaron de canal (quizá ofendidos) cuando vieron que La 1 no iba a dejar que terminara la franja de Prime Time sin competir con las comerciales. Así, vocación de servicio público aparte, a las 23.00 comenzó la emisión de S.W.A.T. Los hombres de Harrelson. Por desgracia, una nueva entrega de Crepúsculo en Antena 3 resultó más atractiva, y la película de la semana tuvo que conformarse con un 9,7% de share.
En cuanto al seguimiento en la Comunidad catalana, deja muy buenos datos para TV3, que ofreció programación especial desde las 19:00 hasta más de la 1 de la madrugada. 
 
Hostia nano... que en Valencia ya no se ve TV3...
 
Y con la tranquilidad de que al menos alguien estaba cumpliendo con su deber, me despido con la anécdota de la elección de la Banda Sonora de Juego de Tronos para la cobertura en la autonómica. Y tras ésta noticia, todo el mundo a buscar la banda sonora.  
Y no la de Gandía Shore...

Encendiendo la tele

Me compro una tele.
Me entero de que no basta con enchufarla a la corriente. Resulta que es necesario un cable de antena. Me cuesta más el cable de antena que la tele en proporción.
Le pongo al mando las primeras pilas que encuentro por la casa.
Las pilas están gastadas.
Por mucho que hinco mis dedos presionando más y más fuerte los botones, no consigo cambiar de canal. Y ahí me quedo, absorta ante un programa que ni siquiera quiero ver. Pero así es la tele. Tiene algo mágico que te atrapa aunque en un principio, no quisieras tragarte aquello que "te echan".
Mientras debato entre si debería cambiar de canal o no, pienso que tales imágenes que llegan a mi retina son dignas de ser parte de uno de esos comunes y acalorados intercambios de opiniones del día siguiente, cuando siempre hay algún embobado de la pantalla que también fue incapaz de cambiar de canal ante tal espectáculo.
Y entonces se me ocurre. ¿Y por qué no?
 
              ¡Un blog sobre tele!
 
Y aquí estoy arrancando, con la misma ilusión que me compré mi tele nueva.
Espero que todos los que decidáis seguirme en algún momento podáis disfrutar y encontrar una mirada interesante sobre este mundo fascinante y cambiante que es la televisión.
 
Gracias a todos de antemano.
 
¡Comencemos!