miércoles, 5 de diciembre de 2012

Connie y sus casas

¿Cuál es la mejor forma de que se revalorice tu casa? ¿Participando en Tu casa a Juicio, quizá? ¿Siendo digna de ¿Quién vive ahí?. Pues parece que no, que lo que hace falta, es que la actriz estadounidense Connie Britton grabe su próxima serie en ella. Y es que, casa que la actriz toca, casa codiciada. 
Por el módico precio de 19,5 millones de euros, cualquiera puede adquirir la vivienda en la que se ha grabado la primera temporada de la serie musical Nashville de la cadena ABC. Así lo detalla esta noticia

La chocita de Nashville

No obstante, esta no es la primera casa que Connie "saca" a la venta. Como cuenta esta noticia, ya en su serie anterior, American Horror Story, la localización en la que se grabó (la primera temporada) salió a la venta muy revalorizada: por 17 millones de dólares. Claro, que con las terroríficas experiencias acontecidas en tal domicilio, no cualquiera se atrevería a mudarse allí (no al menos sin un buen exorcista). 

¿Y si me meto a agente inmobiliaria?

Bueno, pues si toca el Gordo este año, quién sabe si alguien adquiera una nueva vivienda en Nashville, o conviva con los agradables seres de la terrorífica serie de Ryan Murphy


1 comentario:

  1. Eres más veloz que mi vieja Underwood (léanse las oes, o sea, las os = wood). Adquirí esta joya, maletín de transporte incluido, por herencia paterna y algún día ocupará el lugar que se merece para general admiración. Para no complicarte la vida con el término “anglo” puedo escribir: eres más veloz que la pluma 22. Con esta Olivetti aprendí mecanografía, cuando con tal arte se podía ganar uno la vida. Concretando, decirte que eres realmente prolífica. Nadando en tu prosa me llevas a pensar en la capacidad de aquel “monstruo” que solía decir de si mismo que “más de ciento ,en horas 24 pasaron de las musas al teatro.” Únicamente recordarte que los artículos de opinión, como las redacciones en ingles, no tienen que ser ni largos ni cortos, sino precisos. Y si siendo breves dicen todo, más valor. Lo bueno si breve dos veces bueno, como escribiera Baltasar Gracián en su Oráculo manual y arte de prudencia. No me pidas en estos momentos que juzgue yo mismo, buceando más que braceando en tu trabajo, pues en estas fechas prenavideñas estoy más por el bloc que por el blog. Además con motivo de las próximas fiestas navideñas más que los programas de la tele necesito hacer uso del PowerPoint; de una habitación en algún rincón olvidados permanecen amarilleándose los sobres y los sellos otrora tan necesarios. Tras el introito, cuasi paja, creo que te mereces algo de grano. Últimamente veo películas de la 2 (suburbiales catalanas -es la moda-). Encajan mejor en mi horario y son más cortas, y aunque son de título menos desgastado me recuerdan en cierto modo a algunos filmes del llamado arte y ensayo. Rectificar es de sabios se suele decir y a más errores más sabios, digo yo. Llegará un momento en el que en este país de países solo habrá sabios y parados; también jubilatas ya que los mantendrán congelados. Hay otros que han pasado antes por el “conge” y ahí están vivitos y coleando. Para ejemplo sirven tanto éste como aquél. Jordi Hurtado y su programa Saber y Ganar, y cómo no, Rafael… ¡eternamente! ¡Maitre: otra de mazapán, pan, pan y una de villancicos! Cambiando de tema, que tal como están las cosas es más fácil y cómodo que mudarse de casa: es muy triste (y me entristece el mero pensamiento) que alguien tenga que ir a juicio por culpa de una casa. No soy experto en intendencia para rodajes pero después de tales supongo que unas casas-escenario se revalorizarán, otras se convertirán en restaurantes (estoy pensando en una en la cual se rodaron escenas de la película Secretos del corazón), y otras terminarán invadidas por hiedras y zarzales. No voy a opinar de las maquetas u otros recursos informáticos a los que nos han traído las nuevas tecnologías ya que tales sí que carecen realmente de “duende”, aunque mirándolo desde otro ángulo no hay nada que aterrorice más que los duendes que uno lleva dentro. Y volviendo a la pequeña pantalla observo que a los presentadores lo mismo les da ponerse una chaqueta con fundamento que un batín con complejo de chaqueta. Ya falta menos para las doce campanadas y sus tradicionales doce uvas, que terminarán por ser las de la ira. A gusto pasaría esas horas escuchando un buen ARIA, pero se impone el acompañamiento familiar, y descartados otros Arias que en el mundo han sido –Navarro, Cañete, Inocencio…– me quedo con Imanol que siempre cuenta algo. Feliz prenavidad y próspero año nuevo, con devolución por parte de los mangutes y antes de que finalice el viejo, de todo lo que nos han robado.

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